Comercio urbano y coronavirus: los desafíos de Alta Gracia

Desde el CeCIT identificaron oportunidades de mejora para trazar una estrategia que atienda las necesidades de sus socios en el escenario pospandemia.

En la localidad cordobesa de Alta Gracia, el Centro de Comercio, Industria y Turismo de Alta Gracia y sus Sierras (CeCIT), lleva adelante su proyecto de Centro Comercial Abierto junto con el Municipio local. Además, cuenta con el apoyo de la Federación Comercial de Córdoba (FEDECOM), y la asistencia técnica de CAME.

Actualmente, desde el CeCIT están trabajando con los miembros del CCA, los socios de la entidad y el sector comercial en general para hacer frente a las dificultades que plantea el contexto del coronavirus. A continuación, el testimonio de la Presidenta de la entidad, Mariela Auer.

“Los efectos del aislamiento se hicieron sentir de inmediato”, recuerda. En abril, la caída de las ventas promedió el 80% con respecto al mismo mes de 2019. Y si bien hacia julio la caída alcanzó un 20%, en ese período hubo que lamentar el cierre de comercios.

Al mismo tiempo, el comercio local no estaba preparado para vender online, ya que tenía un bajo nivel de implementación de herramientas digitales. “Detectamos falencias en la transformación digital, incluyendo el uso de redes y plataformas virtuales». Con el fin de brindar alternativas para la actualización del conocimiento y la incorporación de herramientas, se impulsó la participación en cursos brindados por CeCIT, FEDECOM y CAME.

Oportunidades de mejora

“Desde el CeCIT estamos convencidos de los beneficios del trabajo asociativo y así lo venimos expresando desde hace unos años, incluso cuando destacamos las ventajas de ser socio de la institución. Esta realidad muestra aún más la necesidad del trabajo conjunto”, valora Auer. En ese, sentido, desde la entidad se logró convocar al rubro gastronómico y también se acompañó al sector turístico.

El CeCIT demostró estar presente para el comercio local, sobre todo en los momentos de mayor incertidumbre, al comienzo de las medidas de aislamiento. “Brindamos asesoramiento permanente y gestiones para acceder a los créditos bancarios, para solucionar inconvenientes y dudas respecto a la facturación de la empresa de energía eléctrica, entre otros tipos de gestiones”, enumera la presidenta.

Auer lamenta que la prolongación de la situación de aislamiento haya empezado a generar desánimo en los empresarios pyme de la ciudad, y eso fue negativo para la participación: “En la primera etapa notamos mucho desconcierto e incertidumbre. Con el correr del tiempo, y quizás debido al hartazgo y la falta de respuestas políticas para atender la crisis del sector, observamos que se ha incrementado el individualismo o la falta de motivación para un trabajo conjunto”, detalla.

Por este motivo, considera que será difícil atraer nuevos socios a la entidad en este contexto. “En muchos casos, los comerciantes tienen reclamos que son justos y atendibles, pero que dependen de organismos del Estado, no de la cámara”.

Repensar el acompañamiento

A pesar de las urgencias relacionadas con el contexto de la pandemia, los miembros de CeCIT se hicieron un tiempo para reflexionar acerca de los acontecimientos, el desempeño de la entidad y tomaron nota de las lecciones aprendidas.

“Nos queda claro que el trabajo de comunicación institucional juega un papel fundamental. Y si bien hemos realizado un gran esfuerzo ese sentido, con el foco puesto en brindar a los socios toda la información oficial, creemos que necesitan también un acompañamiento más personalizado, específico y a medida. Por eso hemos rediseñado la estrategia, con un nuevo plan de comunicación”.

Esa mirada hacia adelante también incluye prestar atención a los nuevos hábitos de consumo que se instalaron en el comercio de Alta Gracia a partir de la reconfiguración de las prácticas sociales que plantea la pandemia. “Los clientes redujeron la frecuencia de compra, recorren distancias más cortas, eligen los negocios más chicos y de barrio. Si bien crecieron las compras online, a partir de la flexibilización de las actividades se nota una tendencia a chequear disponibilidad en las redes para luego concretar la compra en el local físico, dependiendo del rubro (obviamente depende del rubro)”, precisa Auer.

Otro de los desafíos de la pospandemia será la planificación para que el Centro Comercial Abierto siga siendo atractivo, pero con foco en crear experiencias de seguridad y preservación de la salud. “Estamos trabajando en aspectos como los espacios abiertos, con propuestas de peatonalización, generando confianza por medio de cuidados y reglamentaciones vigentes en materia de salud colectiva”, concluye la Presidenta de CeCIT.

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